Es siempre importante tener en cuenta la temperatura de trabajo de un rodamiento ya que si ésta cambia, también pueden variar las condiciones del rodamiento. Por ejemplo, cuando se trabaja a temperaturas de servicio muy elevadas, la dureza del material del rodamiento varía por lo que la carga que podrá soportar el rodamiento será sin duda inferior.

Trabajando con temperaturas superiores a los 120 ºC los coeficientes de carga dinámica y estática cambiarán, disminuyendo las capacidades efectivas de carga.

En el caso de rodamientos con obturaciones RS y 2RS se aconseja no superar los 80ºC.

Para aplicaciones donde se prevee una temperatura de trabajo superior a los 120ºC , sería oportuno someter a los rodamientos del rodamiento a un tratamiento térmico de estabilización evitando así que puedan surgir variaciones dimensionales significativas que puedan comprometer la correcta utilización de los rodamientos.

La lubricación es otro de los factores básicos para garantizar una correcta utilización de los rodamientos ya que, sobre todo a elevadas temperaturas, el uso de una grasa o aceite no adecuados puede influenciar definitivamente, causando recalentamiento y un desgaste excesivo.